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Qué es un Caudillo


Miguel Montáñez

Esbozo del perfil psicológico del caudillo

En el presente artículo elaboraré un bosquejo general del perfil psicológico de un caudillo, en otras palabras construiré un marco basado en los rasgos primordiales que este presenta. Para así, entender desde una perspectiva distinta lo que es el caudillismo y las repercusiones que este suceso genera en nuestra sociedad.

De este modo, es válido mencionar el concepto de “perfil psicológico”. Se define como un conjunto de características y rasgos, los cuales forman parte del aparato psíquico de la persona. Es decir, grafica los componentes de la personalidad presente en los individuos en investigación.

En este sentido, basándome en los caudillos más representativos en el Perú, a largo de su historia como república, así como en algunos contemporáneos de esta última década, elabore el ya mencionado perfil psicológico con respecto al tema en mención.

Una de las principales características que presenta un líder caudillista es sin duda la grandiosidad, la cual se caracteriza por el concepto desmedido o inflado de si mismo. Del mismo modo, estos pueden presentar fuertes tendencias egocéntricas. Sienten que son los más inteligentes, que son los salvadores del pueblo o los famosos mesías. Un claro ejemplo de esto, lo podemos observar en nuestro actual presidente, Alan Garcia y en su rival Ollanta Humala, solo por mencionar algunos casos.

Asimismo, nuestros líderes caudillos creen ser personas omnipotentes, estos son capaces de formularse retos y metas con poca probabilidad de éxito, como el plantearse una revolución a escala continental, o creer que son capaces de cambiar la manera en que funciona un país con una ideología mediocre y desfasada, sin considerar que sus propias posibilidades y las que le brinda su entorno no sean las más favorables. Otro punto característico en estos personajes es su necesidad por ser admirados, lo cual logran mayormente mediante el lucimiento de su apariencia física, intelectual o por el uso de alguna vestimenta llamativa, que logra captar la atención del público que desea dirigirse. Es claro, que el señor Alberto Fujimori, como muchos otros caudillos, encaja perfectamente en esta descripción. La Baja autoestima, es otro factor determinante en este tipo de persona. Ciertamente su desmedido ego establece una necesidad por recibir estímulos gratificantes que los satisfaga a corto y mediano plazo. Esto lo observamos en la realización de ostentosos homenajes en su nombre, en la creación de bustos, calles, AAHH, y porque no, rodeándose siempre de seudos asesores, que solo cumple la función de “allalleros” quienes los adulan al punto de la idolatría. Esto es muy típico en los caudillos peruanos, vasta solo dar un vistazo por las calles y plazuelas de nuestra ciudad para corroborar este hecho. Del mismo modo, podemos observar que a pesar de la facilidad que poseen estos lideres para encandilar a las grandes masas populares, estos no son capaces de comprometerse o ser sinceros en sus ofrecimientos y promesas. Por el contrario, utilizan esta cualidad para lograr satisfacer sus propias metas y necesidades más próximas. Su excesivo narcisismo, no les permite generar vínculos estrechos con las demás personas.

Por otro lado, el carisma y llegada que poseen la mayoría de lideres caudillistas, como Castilla o sin ir muy lejos al tristemente afamado, general Edwin Doynare, nos brinda una pauta clara de como logran establecerse en un mandato presidencial o cualquier otro cargo de envergadura, claro siempre bajo el respaldo de un élite que los cobije y los cubra.

De igual modo, el caudillo posee poca tolerancia a la frustración, es decir las criticas que se realicen en su entorno podría provocar reacciones que posiblemente deriven a cuadros psicóticos transitorios. Los caudillos son capaces de poner fin a algo o alguien por mas valioso que esto parezca, con el fin de evitar algún estimulo que genere o signifique competencia para él.

Finalmente, es claro que en una persona común y corriente, sin ningún cargo o influencia política, estas características solo perjudicarían su calidad su vida y la de las personas más cercanas a su entorno. Sin embargo, en nuestro caso, se trata de los líderes políticos que manejan, manejaron, y aún quieren manejar nuestro país En este sentido, un líder caudillo con gran capacidad y carisma para manejar las masas, rodeado de gente influyente y asesores aduladores. Alimenta su narcisismo; generando la creencia de que se es dueño del país, y por lo tanto, tiene la potestad de hacer y deshacer en el, sin importar las consecuencias o repercusiones que esto puede generar en el mismo.


Bibliografía

COON, Dennis
2005 Psicología general.
México: Thompson

FEIST, Jess
2007 Teorías de la personalidad.
España: Macgraw hill

TATEIWA, Reiko,
2010 El caudillismo y sus interpretaciones: “Un análisis sobre un fenómeno común de la América latina del S XIX
Consulta: 1 de junio
http://www.canela.org.es/cuadernoscanela/canelapdf/cc7tateiwa.pdf )

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